martes, 12 de enero de 2021

Las horas muertas

 



Cansada de existir dependiendo de días u horas; no soy lo que sobra o lo que se deja para cuando se pueda.
Soy, tengo alma y cuerpo, corazón y piel.
Tengo sentimientos, miedos, sueños y amor que derramar.

martes, 15 de diciembre de 2020

Primera o última Navidad

 En algún sitio leí que la Navidad no tenía sentido o que solo la podían celebrar los que realmente se quieren. La Navidad es para los que se aman.

También lo creo así, solo apetece vivirla con las personas a las que amas; para mí supone un final y un comienzo, y qué mejor compañía que los tuyos.
A veces falta coraje, durante todo el año, no solo ahora, y así se va una fecha importante en nuestra vida. Hay quienes dejan pasar sus últimos años perdiendo días de felicidad, días que nunca volverán.



lunes, 2 de noviembre de 2020

Me voy...aunque sea a la mierda

 Es la primera vez que heredo algo en mis 52 años, qué decir tiene que hubiese preferido no heredar nada.

Pensé que mi madre iba a ayudarme, también, después de morir.
Me ha correspondido una cantidad aproximada a 4 mensualidades mías, bueno, ni llega, aunque ésto lo cobra mucha gente en un mes, y una casa para sus hijos, o sea un trozo de casa para mí.
Después del desastroso año que llevo, pensé que ésto me daría una cierta tranquilidad durante unos meses, ya que a mí no me pagan mensualmente, y estoy siempre a falta del maldito dinero.

Con el consentimiento de mis hermanos, tenía la posibilidad de irme a vivir a la casa de mi madre, se lo comenté a él, y me dijo que me esperase un poco, que no me fuera, así evitaba una mudanza, porque sería cosa de pocos meses el que yo pudiera irme a su casa.
Así que decidí hacer caso y esperar, y  mi sobrina cogió el testigo de la casa, todos estuvimos de acuerdo en que ya que yo no me iba, que fuese mi sobrina la que pudiera vivir allí. Ahora no puedo decir que se vaya.
Así fue como perdí la casa, confiando.

Han pasado varios meses, tuve que dejar la casa donde vivía porque no podía seguir pagando el alquiler, y desde entonces vivo con mi hermana y su familia, esperando el deseado día de vivir con él.

Al ver que la cosa no avanza busco un sitio donde irme a vivir, pero me tengo que ir de mi ciudad, incluso salir de la comunidad autónoma, porque no puedo pagar lo que piden por aquí. Tampoco me quieren alquilar nada ante mi situación económica.
Solución, pagar por adelantado un año de alquiler a una hora en coche de mi niña.

La mayor decepción ha sido ver como para él es una buena opción. Un mes atrás me dijo que me fuera yo a su casa y después vendría él.
Consecuencias, el poquito dinero que debía servirme para no estar ahogada, lo tengo que gastar en irme a vivir fuera, bueno, no me llega, hay que aportar casi el doble, en un cuchitril donde deposito toda mi confianza, pensando que será el comienzo de mi nueva vida, esa que gira vertiginosamente sin control.

Gracias, mamá, por tanto, aunque me alegro que no veas mi situación porque solo te haría sufrir.
He perdido todo, a ti, mi salud, mi casa y el poco dinero que me dejaste, aunque la única culpable soy yo.




sábado, 24 de octubre de 2020

Octubre traidor


 Mariposas en las cortinas para que alegren mi vuelo mientras cocino, el carrito lleno de fruta y verdura, los platos alineados en los soportes de madera que voy a comprar para que no me cueste tanto moverlos, ya que mis manos, cada vez más, sufren por el peso.

Mi reloj de arena en el salón contando dulces momentos, mis plantas tomando el sol. La lámina que compré en el museo Sorolla, junto con el cuadro de aquellas hortensias que tuve en mi jardín, y que mi hija fotografió, dan un aire romántico y nostálgico al dormitorio.

Los libros, de variados temas, comparten habitación con los juguetes de la niña.

Mi ropa comparte armario con la tuya.

Una vela en el baño. Unas flores en la entrada. La ventana de madera con espejo abierta al mundo. Al tuyo y el mío. 

Todo se pudre en un trastero desde hace dos meses, objetos asfixiados en la oscuridad de unas cajas de cartón, de unas mantas que evitan arañazos, aunque van abriendo unas heridas sin expectativas de curar.

domingo, 4 de octubre de 2020

Mamá

 


Debajo de la manta he cerrado mis ojos, te he visto dentro, han cerrado la cremallera. Un rato antes había acariciado tu hinchado cuerpo, te vi por última vez. 

Hoy, bajo la manta, he visto como metían tu cuerpo entre las maderas, en un saco precintado. 

La vida no tenía ningún derecho a tratarte así. 

domingo, 13 de septiembre de 2020

No sé bien a donde ir...que dice Fito

 Cartas a mi madre 

Otra vez la misma discusión, más lágrimas y más impotencia por lo mismo.
Me dijo que debido a su estado de salud no podía hacer planes, no podía hacer una mudanza, si le daba a elegir, se quedaba en su casa, con ella.
Días más tarde, después de estar pensándolo, me dijo que no me podía tener así, esperando eternamente, así que me dio fecha. Empezaría a arreglar la casa para irnos, afrontaba el cambio.

Hoy, otra vez, se refugia en su estado de salud, que yo sé cual es, y lo entiendo, pero estoy harta de decirle que tiene que saber vivir con ello. Hoy, otra vez, me dice que no hay fecha, lo peor es que me dice que no me había dicho, precisamente cuando moví mi persona,  mis pertenencias..para esperar paciente y con ilusión estos dos meses.
Llevamos casi un mes sin vernos, no saca un momento para decirme que me acerque a verle, como si estuviese tan tranquilo aunque no nos veamos. Yo no soy así, soy mucho más activa, más peleona; no se deja ayudar.
Ya no sé que hacer, derrotada nuevamente, no sé que paso dar.
Si estuvieras aquí y pudieses aconsejarme. 

Y lo mejor, o lo peor, es que le quiero.

jueves, 3 de septiembre de 2020

Sin ti

La butaca junto a la mía, vacía.
Sigue mi cuerpo sin sombra,
desnudo de ti.
Las agujas no detienen su paso,
el teléfono se vuelve frío,
se hace difícil respirar.
A mi lado, desierto,
se adhieren losas que no se pueden arrastrar.
Comenzó septiembre.
Y con él, su primer viernes.