martes, 15 de diciembre de 2020

Primera o última Navidad

 En algún sitio leí que la Navidad no tenía sentido o que solo la podían celebrar los que realmente se quieren. La Navidad es para los que se aman.

También lo creo así, solo apetece vivirla con las personas a las que amas; para mí supone un final y un comienzo, y qué mejor compañía que los tuyos.
A veces falta coraje, durante todo el año, no solo ahora, y así se va una fecha importante en nuestra vida. Hay quienes dejan pasar sus últimos años perdiendo días de felicidad, días que nunca volverán.



lunes, 2 de noviembre de 2020

Me voy...aunque sea a la mierda

 Es la primera vez que heredo algo en mis 52 años, qué decir tiene que hubiese preferido no heredar nada.

Pensé que mi madre iba a ayudarme, también, después de morir.
Me ha correspondido una cantidad aproximada a 4 mensualidades mías, bueno, ni llega, aunque ésto lo cobra mucha gente en un mes, y una casa para sus hijos, o sea un trozo de casa para mí.
Después del desastroso año que llevo, pensé que ésto me daría una cierta tranquilidad durante unos meses, ya que a mí no me pagan mensualmente, y estoy siempre a falta del maldito dinero.

Con el consentimiento de mis hermanos, tenía la posibilidad de irme a vivir a la casa de mi madre, se lo comenté a él, y me dijo que me esperase un poco, que no me fuera, así evitaba una mudanza, porque sería cosa de pocos meses el que yo pudiera irme a su casa.
Así que decidí hacer caso y esperar, y  mi sobrina cogió el testigo de la casa, todos estuvimos de acuerdo en que ya que yo no me iba, que fuese mi sobrina la que pudiera vivir allí. Ahora no puedo decir que se vaya.
Así fue como perdí la casa, confiando.

Han pasado varios meses, tuve que dejar la casa donde vivía porque no podía seguir pagando el alquiler, y desde entonces vivo con mi hermana y su familia, esperando el deseado día de vivir con él.

Al ver que la cosa no avanza busco un sitio donde irme a vivir, pero me tengo que ir de mi ciudad, incluso salir de la comunidad autónoma, porque no puedo pagar lo que piden por aquí. Tampoco me quieren alquilar nada ante mi situación económica.
Solución, pagar por adelantado un año de alquiler a una hora en coche de mi niña.

La mayor decepción ha sido ver como para él es una buena opción. Un mes atrás me dijo que me fuera yo a su casa y después vendría él.
Consecuencias, el poquito dinero que debía servirme para no estar ahogada, lo tengo que gastar en irme a vivir fuera, bueno, no me llega, hay que aportar casi el doble, en un cuchitril donde deposito toda mi confianza, pensando que será el comienzo de mi nueva vida, esa que gira vertiginosamente sin control.

Gracias, mamá, por tanto, aunque me alegro que no veas mi situación porque solo te haría sufrir.
He perdido todo, a ti, mi salud, mi casa y el poco dinero que me dejaste, aunque la única culpable soy yo.




sábado, 24 de octubre de 2020

Octubre traidor


 Mariposas en las cortinas para que alegren mi vuelo mientras cocino, el carrito lleno de fruta y verdura, los platos alineados en los soportes de madera que voy a comprar para que no me cueste tanto moverlos, ya que mis manos, cada vez más, sufren por el peso.

Mi reloj de arena en el salón contando dulces momentos, mis plantas tomando el sol. La lámina que compré en el museo Sorolla, junto con el cuadro de aquellas hortensias que tuve en mi jardín, y que mi hija fotografió, dan un aire romántico y nostálgico al dormitorio.

Los libros, de variados temas, comparten habitación con los juguetes de la niña.

Mi ropa comparte armario con la tuya.

Una vela en el baño. Unas flores en la entrada. La ventana de madera con espejo abierta al mundo. Al tuyo y el mío. 

Todo se pudre en un trastero desde hace dos meses, objetos asfixiados en la oscuridad de unas cajas de cartón, de unas mantas que evitan arañazos, aunque van abriendo unas heridas sin expectativas de curar.

domingo, 4 de octubre de 2020

Mamá

 


Debajo de la manta he cerrado mis ojos, te he visto dentro, han cerrado la cremallera. Un rato antes había acariciado tu hinchado cuerpo, te vi por última vez. 

Hoy, bajo la manta, he visto como metían tu cuerpo entre las maderas, en un saco precintado. 

La vida no tenía ningún derecho a tratarte así. 

domingo, 13 de septiembre de 2020

No sé bien a donde ir...que dice Fito

 Cartas a mi madre 

Otra vez la misma discusión, más lágrimas y más impotencia por lo mismo.
Me dijo que debido a su estado de salud no podía hacer planes, no podía hacer una mudanza, si le daba a elegir, se quedaba en su casa, con ella.
Días más tarde, después de estar pensándolo, me dijo que no me podía tener así, esperando eternamente, así que me dio fecha. Empezaría a arreglar la casa para irnos, afrontaba el cambio.

Hoy, otra vez, se refugia en su estado de salud, que yo sé cual es, y lo entiendo, pero estoy harta de decirle que tiene que saber vivir con ello. Hoy, otra vez, me dice que no hay fecha, lo peor es que me dice que no me había dicho, precisamente cuando moví mi persona,  mis pertenencias..para esperar paciente y con ilusión estos dos meses.
Llevamos casi un mes sin vernos, no saca un momento para decirme que me acerque a verle, como si estuviese tan tranquilo aunque no nos veamos. Yo no soy así, soy mucho más activa, más peleona; no se deja ayudar.
Ya no sé que hacer, derrotada nuevamente, no sé que paso dar.
Si estuvieras aquí y pudieses aconsejarme. 

Y lo mejor, o lo peor, es que le quiero.

jueves, 3 de septiembre de 2020

Sin ti

La butaca junto a la mía, vacía.
Sigue mi cuerpo sin sombra,
desnudo de ti.
Las agujas no detienen su paso,
el teléfono se vuelve frío,
se hace difícil respirar.
A mi lado, desierto,
se adhieren losas que no se pueden arrastrar.
Comenzó septiembre.
Y con él, su primer viernes.

viernes, 10 de julio de 2020

Te quiero


Mis sentimientos siguen siendo los mismos después de perderlo todo. Durante el confinamiento me sentí una mujer sin futuro, nunca había tenido esa impresión,  ahora sigo siendo esa mujer sin futuro pero además muy castigada, llena de cicatrices y de llagas.
Este corazón mío me pierde, me vence... necesito que alguien me lo arranque a mordiscos y pedradas, para que no haga más daño ni me lo siga haciendo a mí. 

jueves, 7 de mayo de 2020

Volver, con la frente marchita


La vida, a veces, no da opciones.
Tú habías resuelto abandonar algún camino, y nuevamente ves que vas a tener que seguir por él. De momento tendrás que retomarlo.
Estos son malos tiempos para hacer cambios, la vida parece que está parada, pero ni el reloj ni el calendario descansan.
Tendrás que echar sobre tu espalda este peso, y en silencio, intentar caminar sin caer.
Derrama ahora tus lágrimas, luego pinta tu sonrisa, perfuma tu cuerpo, sube a los tacones y prepárate para volar con las alas cosidas y desplumadas.
Regresa, que aún no se borraron las huellas. 


martes, 21 de abril de 2020

Juan

No sé que pensar, todo está siendo tan duro...
Tengo esperanza pero no quiero vivir solo de ella.
Necesito realidades, no es época de sueños. 
Mi madre ya me falta, de momento, también me falta tu beso y tu flor.
Quiero correr a tu encuentro...


domingo, 15 de marzo de 2020

Mamá





El jueves me llamabas por teléfono para decir que estabas malita y que te ibas al médico. Lo que no podíamos pensar ni por un momento es que hoy estés luchando contra la muerte.
Te han intubado y sedado, y esperamos que seas tan fuerte como siempre has demostrado, aunque esta nueva trampa que nos ha puesto la vida, llamada coronavirus, no la conocemos cara a cara, y te lo va a poner muy difícil.
Lucha, lucha por favor, aquí tienes a tus hijos y tus nietos esperando a que vuelvas...



viernes, 28 de febrero de 2020

Placeres



El hambre de mi piel
se sacia con tus besos y caricias
con tus labios y tus manos 
con el calor de tu propia piel.

Las palabras susurradas
los íntimos suspiros
tus ojos en los míos
tu ser en mi ser.

Sentirte tan cerca
beber de tus labios
gozar de tus manos
cubriendo mi cuerpo de mujer.

Una noche en tus brazos
sin tiempo de agujas
tu cuerpo y el mío
viviendo el placer. 

jueves, 30 de enero de 2020

Caperucita

Hace ya un año que escribí ésto, pero siempre puede ser actual.



Ella observa desde la ventana, es solo una silenciosa espectadora, y ya se ha percatado de que el cuento está cambiando.
Caperucita sigue siendo la misma aunque 5 navajas atravesaron su carne, ahora no puede correr tras el lobo ni bailar entre las flores, detalle que aprovecha el señor de Feroz para, sigilosamente, apartarse.
Se le ve muy ocupado últimamente, compartiendo juegos con los tres cerditos, de charla con los enanitos, o de paseo con Hansel y Gretel.
Detrás de los cristales ella no acierta a averiguar si la distancia que está tomando es cosa del azar o premeditada, como ya ha hecho otras veces. Intentará ver si él se pronuncia, porque como mera espectadora, quiere saber.

@ojosdelaniebla

domingo, 19 de enero de 2020

Drogas curativas

Si cuento los buenos médicos que he tenido en mi vida, aún me sobra un dedo de la mano, todos ellos de la Seguridad Social. A unos los perdí porque los van trasladando de un sitio a otro, a dos de ellos por mi cambio de domicilio.
Recuerdo con especial cariño a aquel médico que dejó un gran hospital de Madrid para irse a un pueblo de Toledo, aunque según tengo entendido después hizo el camino de regreso.
Quiso la vida que nuestros caminos se cruzasen,  me ayudó como pocos,  incluso le regalé  un libro encuadernado con poesías y relatos míos,  él siempre me animaba a escribir.
Fue él quién me recetó/aconsejó marihuana para mis dolores, ya que todo lo que probamos no dio resultado. Le hice caso y llegué a tomar dosis de caballo, sin que me afectase en lo mas mínimo, cuando se lo comenté me dijo que no gastase más dinero, que no había manera,  fue la neuróloga quién me dijo que soy inmune a la marihuana.
Cuándo entró la marihuana en mi casa de manera oficial,  cambiaron algunas cosas, para mal.
Han pasado muchos años desde entonces, ahora pensando en que la coca podría aliviarme,  pero con la certeza de que si la meto en casa,  aunque a mí no me sirva, aquí se quedará.  El pavor me inunda mi puñetero cuerpo.