Nadie
ve sus lágrimas de sangre
no
se escuchan los lamentos de su corazón
ni
el terror recorriendo su cuerpo
al
ver la sonrisa en la faz de su padre
adentrándose
en su habitación.
Desde
muy niña, la soledad acompaña su alma
el
silencio es confidente de su vida
la
vergüenza, su eterna consejera
lágrimas
de sangre muy escondidas.
Nunca
soñó con príncipes ni poetas
nada
borró el agua y el jabón
un
pesado collar de amargura
arrastró
su niñez al fondo de un cajón.
Un
amanecer se supo preñada
de
asco, de amargura y de miedo
otro
inocente para atormentarla
ahora
imposible esconderlo.
Cuando
las estrellas más alto brillaban
en
aquella noche callada y amarga
él
apareció en el umbral de su puerta
y
la encontró para siempre dormida
en
aquella dolorosa y mancillada cama.
Un poema que conmueve. Cuantos casos se viven como el que narra tu poema. Le has dado poesía a un doloroso drama.
ResponderEliminarmariarosa
Tremenda historia nos cuentas en el poema...El silencio es testigo de una vida truncada y desgraciada...Precioso y sentido poema,que nos emociona y nos hace reflexionar en tantas y tantas mujeres con la misma suerte...
ResponderEliminarMi felicitación y mi abrazo inmenso, compañera y amiga.
M.Jesús
Que pena más grande, ser agredida de esa manera por el ser que más debería cuidar tu integridad y velar por tu felicidad. En todos lados hay niñas que lloran lágrimas de sangre, es muy lamentable.
ResponderEliminarCon el acostumbrado afecto, un abrazo.
Ufff, que líneas. Por desgracia hay casos muy reales al descrito y que no deberían producirse nunca.
ResponderEliminarUn saludo.
Triste vivencia, se percibe tanto dolor en este impresionante poema.
ResponderEliminarBesos, buena semana amiga
Real como la vida misma que sigue albergando los mismos sucesos día tras día.
ResponderEliminarUn beso dulce.
Yo no soy violenta pero cuando sé de estas historias espantosamente crueles mataría a esas bestias con mis propias manos.Un texto fuerte y contundente.
ResponderEliminarmuchos besos.
Tus letras calan hondo y saben transmitir situaciones tan dolorosas como esta!
ResponderEliminarTe dejo un fuerte abrazo, bella noche!
Durísimo poema...
ResponderEliminarEse tipo de salvajes nunca llevarán el calificativo de personas, porque no lo son.
Vengo a dejarte un beso y me marcho hasta septiembre.
Besitos.
Triste pero muy bello tu poema, se perciben las lágrimas de sangre desde tus letras.
ResponderEliminarUn beso.
Me gustan los poemas melancólicos porque llegan hondo, muy al alma como estos versos tan tuyos.
ResponderEliminarUn besito y bienvenida, estoy mejor pero igual a veces cierro los comentarios porque me hace bien descansar un poco la mente también.
Cariños
Hola Ojos de Niebla!!!
ResponderEliminarTerrible tema, una pesadilla continuada para esa niña que no supo ver otro final para escapar de tantas vejaciones.
Lo has escrito con sumo cuidado.
Un besito guapa!!
Dura y terrible vivencia para muchas niñas.(y niños)
ResponderEliminarSuplicio que llega al alma de cualquiera de nosotros.
Gracias a todos por vuestros comentarios.
Mil besos.
Durísimo el poema. Me has puesto los pelos de punta.
ResponderEliminarMuy duro, ciertamente...
EliminarUn abrazo.