lunes, 26 de abril de 2021

Presente, futuro

 No dolían las grietas que se iban formando en mi piel tras hundir y debilitar las capas que cubren mis brazos con aquel artilugio lacerante, que al mismo tiempo se clavaba en la palma de mi mano contraria.

Nada de ello dolía. Lo que me mataba era la tortura de saberme abandonada a las fauces de la vida, en completa soledad, zarandeada por los vientos que me llevaban, entre una ráfaga y otra, a descubrir abismos, infiernos, angustias...

Mi vida acabó de golpe. Perdí a mi amor, a mi madre, a mi pequeña, una casa donde vivir, mi sustento económico, mi adorada perrita, mi salud, mi vitalidad, mis ganas, mi fuerza...

Lo único que quedaban eran cuchilladas que me iban arrebatando más y más cosas, más y más paz, más y más esperanza.

Toqué techo, no hubo salida aunque no quería herir a mis hijos. La poca fuerza que se resistía en mí, acabó derramándose por debajo de la puerta, buscando y gritando aquello que, solo ello, podía salvarme. 

25 de abril de 2021






7 comentarios:

  1. Es terrible los vuelcos que puede dar la vida y cómo pone patas arriba lo que hasta entonces fue normalidad y un transitar sin penalidades. Espero y deseo que solo sea ficción y no el lamentar de un grave padecimiento.
    Un abrazo.

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    1. Desgraciadamente es mi día a día desde hace ya muchos meses.
      Un abrazo.

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    2. Si puedo hacer algo por ti, espero instrucciones.
      Recibe un cálido abrazo.

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  2. Dicen de que cuando se toca fondo la vida ya no puede ser peor y solo se puede mejorar, hay que hacer de la adversidad ese aliciente por resurgir.

    Besos dulces y dulce semana.

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  3. Ella está contigo, amiga...Una madre nunca abandona cuando ama a sus hijos. Ella trata de animarte de darte luz y yo te deseo lo mejor, porque sin duda lo mereces.Me alegro que estés en contacto con tu madre.
    Mi abrazo entrañable y mi ánimo.

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  4. Seguro que ella allá te escuchará y te darás las fuerzas para seguir viviendo.
    Besos.

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Gracias por tus palabras