Lágrimas rotas, descosidas, se hunden en mi alma
buscan un sendero perdido
y acaban, sin ver la luz, en la oquedad de mi corazón.
Dolor, miedo y dolor acompañan mi camino
angustia de vivir, locura en estado puro.
Ramón Sampedro sin cama.
La vida… ¿qué nos depara?